viernes, 20 de mayo de 2011

Por la camiseta o por el Ratón, F10 tenía razón


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La nueva cambió al equipo
¿Qué cambió la racha del Lufo?
Después de 4 lamentables derrotas consecutivas, el Lufo estrenó su nueva camiseta y empezó a ganar. Primero fue 3-2 sobre el puntero Kessel y, ahora, se impuso 1-0 sobre el Köhler.
Ante tan drástico cambio, varios jugadores adeptos a las explicaciones mágico-religiosas, salieron a decir que la nueva camiseta era la razón y que, con ella como cábala, el Lufo llegaría a jugar la Promo.
Incluso, el, para la primer minoría, payaso mediático, F10, llegó al extermo de reflotar su Teoría del Complot, acusando a Schwing de presionar a ED para que demorara la entrega del Talismán de Lufthansa.
¿Pero serán las camisetas, ese objeto inanimado, según la opinión de prestigiosos hombres de ciencia y Refutadores de Leyenda de diversa índole, la causa del cambio de rumbo en el equipo? ¿O se tratará, más bien, de la vuelta al equipo del "Maldito" Ratón?
La diosa Razón pareciera inclinarse por la segunda alternativa. "Un simple pedazo de tela", informan los Refutadores de Leyenda, "no puede cambiar nada".
"Un hombre, en cambio, aún uno de escasa estatura y falto de fútbol, puede cambiarlo todo", sostienen esos otros amantes de la Razón, jacobinos de la primera hora o guevaristas de la anteúltima, que todavía creen que las revoluciones son posibles (y favorables).
En cualquier caso, el tiempo le dió la razón a F10. "Aún si no me concedieran que estaba en lo cierto cuando denuncié el Complot en nuestra contra, el tiempo me dió la razón", declaró el Negro Fer, "aunque muchos se me rieran en la cara, no estaba jodiendo cuando le dije a Guchy que se quedara tranquilo que a Lufthansa le faltaba el Ratón. Y, evidentemente, no me equivoqué", cerró, regodéandose en su victoria.
Está claro que este año le están saliendo todas... ¿se viene el premio Maradona para F10?

Fecha 7 - Lufthansa 1 - 0 Köhler - Tapa de Olé



Mujer cavernícola

Diego H se sincera
"Las carmelitas descalzas me cambiaron"
Diego H, otrora considerado por la prensa especializada como el más rústico jugador de Lufthansa, hoy llora como una niña cada vez que un rival le traba la pelotita.
"Cuando me empezaron a decir que me parecía a Messi, tomé conciencia de mi problema", reconoció el "Cavernícola", evocando el partido en que fuera expulsado a los 18 segundos de ingresado, al igual que Lío en su fallido debut frente a Hungría. "Evidentemente algo raro estaba pasando como para que me compararan con un jugador habilidoso. Nunca me había pasado en mi vida", continuó.
"Ahí fue cuando comencé terapia para tratar de resolver mi Síndrome de Increpación Arbitral Compulsiva", contó H. "El psicoanalista, en un primer momento, intentó abordar mi problema a partir de mi desenfrenado impulso a tratar a los árbitros de Papá y buscó relacionarlo con el Complejo de Edipo. Pero el tratamiento se tornó caro e infructuoso. Entonces decidí recurrir a las Carmelitas Descalzas", se sinceró el cuasi criminal centrocampista lufthanseano, "y las Carmelitas me cambiaron la vida".
"Con ellas aprendí a controlar mis impulsos violentos y a respetar a la autoridad", declaró. "Además, en el coro de carmelitas pude cambiar mi bozarron amenazador por un registro de barítono que conmueve a los árbitros, simulando el llanto de una nena. Por eso, en los últimos torneos se pudo apreciar una importante baja en mi recolección de tarjetas amarillas", dijo Diego, y le recomendó el mismo tratamiento al Terminator Ale Bibu, "para ver si puede dejar de quedarse con el prestigioso premio torneo tras torneo", chicaneó.
"Claro que hoy en día algunos me acusan de haberme pasado para el otro lado", añadió el Dr. H, "tengo que reconocer que ponerme a llorar como una nena cada vez que me traban la pelota puede ser visto como un efecto adverso del tratamiento con las Carmelitas. Pero teniendo en cuenta de dónde venía, no me puedo quejar. Prefiero seguir llorando todos los partidos y que mis compañeros me carguen, a seguir cargándome de amarillas y perderme la mitad de los partidos por Acumulación", concluyó el enemigo del balón.
Se nota que hoy es otro, si bien a la pelota la sigue tratando con la misma rusticidad de antaño, de la boca para afuera está cambiado. Antes era un hombre de las cavernas. Hoy, es toda una carmelita descalza.

sábado, 14 de mayo de 2011

El Novillo continúa inventando declaraciones de rivales

Los dos Tanques del Lufo se defienden

"Me dijeron que somos los delanteros más duros y pesados que les tocó enfrentar"
Luego del partido frente al Kessel, Marito volvió a inventar declaraciones del rival, abriendo el paraguas antes de su suspención y temeroso de que el Llanero meta algún gol y le saque el puesto.
"Los defensores rivales dijeron que somos los delanteros más duros y pesados que les tocó enfrentar", declaró el Novillo. "La verdad que con el Tanque Véliz los matamos y, en el segundo tiempo, ya no querían más", dijo. "Esto no tiene nada que ver con que haya errado dos goles increíbles", añadió, sin que nadie le preguntara. "En la que  pasó el Negro Fer no pude definir bien porque los rivales me tiraron con unas boleadores y me caí como una vaca en un rodeo y, en la que me pasó Véliz, la paré con el resorte porque no la esperaba", explicó, "pero el simple hecho de que me la pasen esos dos morfones, ya es bastante mérito", se justificó.
El Tanque Véliz, por su parte, se defendió de las insólitas acusaciones del 9: "que yo nunca la pase y patee al arco aunque esté en mitad de cancha, no significa que no la vaya a pasar cuando estoy solo frente al arquero", declaró, "el Novillo tendría que haber estado más atento". "Igual, hacemos una gran dupla. Ahora que lo dicen, creo que yo también escuché eso de que los defensores decían que somos los más duros y pesados que les tocó enfrentar", mintió, al igual que Trindadez. 
Evidentemente, pesar más de 90 kilos y errar 2 goles por partido no es lo único que estos dos Tanques tienen en común. Igual, lo de "pesados" puede ser...